Queridas compañeras, queridos compañeros:
La Confederación de Trabajadores del Cobre, quiere hacer llegar un saludo y un homenaje a los trabajadores y trabajadoras del cobre, del litio, del carbón, de toda la minería. A los mineros de Chile y del mundo, y a sus familias.
Aunque la vida nunca ha sido fácil para el mundo de la minería, no cabe duda que al día de hoy vivimos tiempos especialmente difíciles y complejos. Una pandemia que ya deja miles de víctimas en el mundo y que ha dejado al descubierto, como nunca antes, las profundas desigualdades sociales que existen en Chile. Un gobierno que no ha tenido la capacidad para enfrentar la crisis sanitaria con políticas efectivas de beneficio social, pero que si ha tenido disposición para reprimir la legítima protesta social.
Y, por otra parte, un pueblo que ha despertado y se ha rebelado contra el modelo económico y social vigente, que exige cambios y que ha dado origen a la Convención Constituyente que hoy ya comienza a dar los primeros pasos para la redacción de una nueva Constitución para Chile, que tendrá que trazar el camino para erradicar el modelo económico de mercado que tanta injustica ha dejado caer sobre los trabajadores y el pueblo en general. La nueva Carta Magna tendrá que establecer el camino para la renacionalización del cobre, el litio, el agua y los recursos naturales que hoy día controlan las grandes empresas extranjeras, y dar inicio a una nueva forma de país y a una sociedad más justa, más democrática, más solidaria.
En este proceso, los trabajadores del cobre, los mineros de Chile, no hemos estado ausentes. Como organización sindical hemos estado presentes en las grandes movilizaciones, pero también hemos jugado un rol importante en las negociaciones colectivas y en los conflictos laborales en distintos centros mineros.
Desde las calles de Chile, el pueblo ha abierto un escenario nuevo, y en ese nuevo escenario los trabajadores y trabajadoras de la minería tendremos un rol que cumplir. Chile debe ser dueño y soberano, nuevamente, de los recursos mineros que se nacionalizaron en el año 1971 y que los gobiernos posteriores volvieron a entregar a las empresas extranjeras. Será nuestro deber y nuestra responsabilidad mantenernos alertas y atentos, desde nuestros centros de trabajo y desde nuestros sindicatos, para asegurarnos de que eso ocurra, y dispuestos a movilizarnos si, con la nueva Constitución y con el próximo gobierno, no se dan los pasos seguros para avanzar hacia ese objetivo histórico.
Queridas compañeras, queridos compañeros: La Confederación de Trabajadores del Cobre es nuestra mayor organización sindical, y en este día nacional de los trabajadores y trabajadoras de la minería, va nuestro llamado a la unidad en torno a nuestra organización madre y a nuestros objetivos comunes. A seguir comprometidos con esta lucha que, más temprano que tarde, tendrá que concluir en un Chile distinto, donde la minería no siga alimentando las ansias de lucro de las grandes transnacionales, donde la riqueza no se acumule en bolsillos privados, sino que se destine a resolver las necesidades de la gente, y donde sea el pueblo quien tome las grandes decisiones.
Un fraternal y cariñoso abrazo para todos y todas.