A 5 AÑOS DE LA REVUELTA POPULAR

El 18 de octubre de 2019, el país no aguantó más y se volcó a las calles, el detonante de esta fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago, que entró en vigencia el 6 de octubre de 2019. Tras ello, miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el Metro de Santiago, de alguna forma, representando y logrando la identificación del país, un país agobiado por el endeudamiento, la corrupción política y el abuso del empresariado, llevando a que se sumaran espontáneamente trabajadores y familias enteras. Así, se levantaron las demandas que, en nuestra sociedad, desde la dictadura hasta estos días, han generado profundas injusticias sociales.

Las masivas manifestaciones recibieron una contundente y violenta respuesta de parte del gobierno del ex Presidente Piñera, que no escatimó en usar la represión policial y la acción desmedida de las fuerzas armadas para acallar los gritos de la población, volviendo a ver fusiles y militares en las calles dispuestos a matar, y a carabineros sin ningún control disparando bombas lacrimógenas y perdigones a quemarropa, dejando muertos, heridos y a 450 personas civiles con trauma ocular y pérdida de visión, violando gravemente los Derechos Humanos.

La población hacia presión, en todas las manifestaciones los carteles pedían una nueva constitución mediante asamblea constituyente y los actores del movimiento obrero se unieron a esto en el paro del 12 de noviembre de 2019, logrando así, que la clase política pactara a puertas cerradas las condiciones para iniciar una discusión sobre la constitución, la que semanas antes, la población ya había asumido con una fundamental acción popular de participación ciudadana en cada barrio, reuniéndose en cabildos y ollas comunes.

Nosotros comprendimos que la discusión que desde siempre hemos planteado, está dentro de los cambios estructurales que exigían las manifestaciones, en donde se garantizara la recuperación de nuestros recursos naturales y se defendiera el rol del Estado, participando en propuestas concretas durante los procesos constitucionales llevados a cabo durante 2021 y 2022.

A pesar de que la historia dio lamentables vuelcos, nosotros seguimos vigilantes y denunciando, seguimos buscando una mejor calidad de vida con un sistema de pensiones digno y que proteja nuestro futuro, seguimos buscando mejores condiciones laborales, seguimos exigiendo los derechos de igualdad de género, cambios que garanticen la dignidad para una sociedad que vive a duras penas en el neoliberalismo, por eso, nos mueve esta lucha, y con unidad y conciencia de clase, seguiremos en ella.

Hoy, Rechazamos la caricaturización de parte de algunos sectores políticos sobre el movimiento, el cual, sólo busca minimizar la acción popular y de la clase obrera, que tiene ribetes históricos, en un país que de pronto al fin despertó, pero que sigue inserto en el flagelo del modelo.

Que la memoria haga justicia hacia todas y todos los que sufrieron la represión y las violaciones de sus derechos humanos.

¡A 5 años, seguimos en pie, y no nos rendiremos jamás!

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