Fueron 69 días de un país y el mundo entero expectantes por el resultado del rescate de 33 mineros que quedaron atrapados a 750 metros de profundidad por el derrumbe de la Mina San José.
El minero 33 en salir, Luis Urzúa, el jefe de turno cuando ocurrió el derrumbe, pronunció una frase que suponía marcar un antes y un después en minería: “Espero que esto nunca más vuelva a ocurrir, por el bien del país”.
Y hasta hoy, agosto del 2020, a 10 años de este hito, según las cifras del Sernageomin son 229 los mineros fallecidos hasta el 2019, sin contar los accidentes de trayecto que también deberían ser considerados muertes en el rubro. Más de 229 mineros no han corrido la misma suerte que los 33 rescatados y lamentablemente, han perdido la vida en su lugar de trabajo. Desprendimiento de material, caídas en altura, accidentes de trayecto y muchas formas más, son las causas más comunes, por las cuales nuestros compañeros han perdido la vida.
A una década del “Espero que esto nunca más vuelva a ocurrir”, no podemos afirmar que así ha sido, y menos podemos decir que hemos avanzado en seguridad, ya que han sido las organizaciones sindicales quienes han promovido con mayor fuerza una minería más segura.
En Chile no tenemos una política nacional minera, siendo que nuestro rubro es el que más aporta al desarrollo de la economía, y somos miles los trabajadores que corremos el riesgo de muerte en cada subida a faena.
Como Coordinadora de Trabajadores de la Minería, CTMIN, hemos entregado dos cartas al Presidente Piñera para pedirle la ratificación del Convenio 176 de la OIT, que establece ciertos parámetros y elementos que el Estado debe garantizar para el correcto y seguro desarrollo de este rubro en el país.
Hasta ahora, no hay respuesta. Hasta ahora, los mineros muertos suman cientos. Hasta ahora, la pérdida para cientos de familias es irreparable. Hasta ahora, corremos el riesgo de muerte en cada turno minero.
Como organización que agrupa a cerca del 80% de los trabajadores de la minería del país, volvemos a expresar nuestra NECESIDAD IMPERIOSA de poder tener seguridad en el desarrollo de nuestra labor.
La minería mueve al país; las trabajadoras y trabajadores mineros movemos al país pero muchos más de 229 han muerto y esto no parece ser una preocupación para el Gobierno y el Estado de Chile.
Como CTMIN, exigimos la ratificación del Convenio 176 de la OIT y exigimos la creación de una Política Nacional Minera, en donde los trabajadores mineros puedan tener participación.
A 10 años del terrible accidente de los 33 colegas, no es posible que sigamos pidiendo lo mismo: una minería más segura.
- Miguel Fernández, Presidente Federación de Supervisores de la Minería Privada.
- Gustavo Tapia, Presidente Federación Minera de Chile.
- Patricio Elgueta, Presidente Federación de Trabajadores del Cobre.
- Manuel Ahumada, Presidente Confederación de Trabajadores del Cobre.
- Hugo Páez, Presidente Confederación Minera de Chile.
- Ricardo Calderón, Presidente Federación de Supervisores del Cobre.
- Celso Pardo, Presidente Federación de Sindicatos de Antofagasta Minerals.